El verano llega pisando fuerte con una ola de calor que provocará temperaturas superiores a los 40 grados en gran parte del territorio español. Y es que el verano es la estación favorita por excelencia, pero en ocasiones puede ocasionar algún que otro trastorno en nuestra salud si no prestamos atención. Uno de los problemas más comunes es la deshidratación que, entre otras causas, viene dada por el exceso de sudoración y por el aumento de la actividad física. Hidratarse frecuentemente es la clave para un estado de salud óptimo.
La leche está entre una de las mejores fuentes de hidratación, compuesta en un 90% por agua, y tiene proteínas y grasas de digestión lenta, además de facilitar la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo. En épocas de altas temperaturas o con la práctica de deporte, la leche se convierte en una interesante opción para mantenernos hidratados durante más tiempo y para recuperar los líquidos y los nutrientes perdidos, según recuerda Inlac.
Con la época estival no solo olvidamos mantenernos perfectamente hidratados, sino que, en muchas ocasiones descuidamos nuestra alimentación. Es importante llevar una dieta sana y equilibra para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, dentro de este marco, se recomienda el consumo de 3 lácteos al día para cumplir con este objetivo.