“Las explotaciones que mejor controlan sus costes son las que obtienen beneficios”
Ibán Vázquez González
Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela
PREGUNTA.- ¿Cómo es la estructura de costes habitual en una explotación de vacuno lechero?
RESPUESTA.- Existen diferentes clasificaciones en relación a la estructura de costes de una explotación de vacuno de leche. Por ejemplo, los Estudios de Costes y Rentas de Explotaciones Agrarias (Ecrea), dependientes del MAPA, los clasifican en costes directos del ganado (alimentos producidos, alimentos comprados, sanidad, reproducción, higiene y otros), maquinaria, mano de obra asalariada, costes indirectos (seguros, intereses, arrendamientos, contribución, impuestos, cargas sociales y otros gastos), amortizaciones y costes de oportunidad (mano obra familiar, capital propio y tierras propiedad); la Red de Granjas Típicas (Rengrati), también dependiente del MAPA, los clasifica en costes efectivos (alimentación, veterinario y medicinas, maquinaria e instalaciones, mano de obra asalariada y otros), no efectivos (amortizaciones y variación de inventario) y de oportunidad; la Red Contable Agraria (Recan) establece costes específicos del ganado (alimentos producidos, alimentos comprados, sanidad, reproducción, higiene y otros), generales, factores externos (arrendamientos, salarios e intereses) y de oportunidad; otros programas de gestión técnico-económica los clasifican en variables, fijos, amortizaciones y de oportunidad.
PREGUNTA.- ¿Cuáles son los gastos más importantes?
RESPUESTA.- El gasto más importante en una explotación de vacuno lechero en la Cornisa Cantábrica es la alimentación, que representa por término medio la mitad de los costes totales. Corresponde un mayor peso a los alimentos comprados (40-45% del total), fundamentalmente los concentrados; la alimentación producida en cambio, tiene una menor importancia (5-10% del total). Los costes variables, que resultan de sumar a los anteriores (alimentación), los restantes costes específicos del ganado (sanidad, reproducción, higiene y otros), representan dos terceras partes de los costes totales. Los costes fijos y las amortizaciones técnicas en maquinaria, construcciones e instalaciones, tienen un peso similar, cercano al 10% cada uno; mientras que los costes de oportunidad vienen a representar entre un 10 y 15% del total.
PREGUNTA.- ¿Cuáles son los aspectos en los que hay más pérdidas en las ganaderías? ¿A qué aspectos deben prestar atención preferentemente los ganaderos?
RESPUESTA.- Los aspectos en los que se producen mayores pérdidas económicas considero que son aquellos relacionados con los principales costes, la alimentación. En el caso de la alimentación comprada, debe prestarse especial atención a la eficiencia en el uso del concentrado (kg de concentrado necesario para producir un litro de leche), junto al precio del concentrado, que será muy variable en función de su composición. Producir forrajes en la propia explotación, siempre que sea posible, se realice un buen manejo y el terreno sea bueno, permitirá reducir los costes en alimentación. Además, es esencial conocer la cantidad de alimentos producidos en la propia explotación, para determinar el balance de necesidades y comercializar con antelación la compra o venta de alimentos, lo cual resultará más económico. También es fundamental que los alimentos producidos en la explotación tengan buena calidad (proteína y energía) y que exista un control periódico de la misma mediante analíticas; esto permitirá ajustar la ración en función de lo que aportan los alimentos producidos en la explotación, con el consiguiente abaratamiento de la ración. Existen otros aspectos en los que el ganadero debe prestar atención. Uno es una adecuada planificación de las inversiones, pues incrementan los costes de amortización y el nivel de endeudamiento; otro una adecuada atención al correcto estado sanitario del rebaño y a los parámetros de tipo reproductivo (tasa fertilidad, intervalo entre partos, porcentaje de vacas en producción…), que permitirían aumentar la producción de leche o reducir los costes en sanidad.
PREGUNTA.-¿Qué caminos pueden seguirse para aumentar los ingresos?
RESPUESTA.- Antes de abordar la vía para incrementar los ingresos, es conveniente aclarar su estructura. El principal ingreso es por la venta de leche (85% del total), le siguen las subvenciones (7-8%), la venta de ganado (5%) y el resto (2-3%). Por lo tanto, se consideran como medidas más efectivas para incrementar los ingresos, aquellas relacionadas con la venta de leche. No existe una receta única para incrementar los ingresos en todas las ganaderías; esta dependerá de la estructura, los recursos y los objetivos perseguidos. Algunas medidas pueden ir encaminadas a aumentar la producción de leche, mediante una mejora del estado sanitario, reproductivo, manejo o alimentación del rebaño; otras por la vía de la comercialización, mejorando el precio unitario pagado por el producto (incremento de primas calidad, cantidad, cambio comprador, negociación,…); otras incrementando el valor añadido mediante la diferenciación del producto (leche en base a pasto, leche ecológica, bienestar animal,…); o incluso estrategias de venta directa y ampliación de la cartera de productos (leche, yogur, quesos, postres y derivados lácteos). Otras posibilidades, aunque con un alcance más limitado debido a su menor peso en la estructura de ingresos, son maximizar los ingresos procedentes de subvenciones (posibilidad de incorporar superficie, ganado, o acceder a otro tipo de ayudas), una mejora de los aprovechamientos no lecheros del ganado (cebo de vacas de desvieje, cebo de terneros, recría para venta) o la externalización de servicios agrarios.
PREGUNTA.- ¿Es la transformación de la leche propia una estrategia adecuada para la mayor parte de las ganaderías?
RESPUETA.- La transformación de leche en la propia explotación, tal y como se ha apuntado, es una posible estrategia para incrementar los ingresos. Sin embargo, conviene realizar las siguientes observaciones: en primer lugar, la transformación de leche en la propia explotación debe de ir acompañada de la producción de otros productos y derivados lácteos (quesos, yogures, postres y otros), con mayor valor añadido; además permitiría optimizar las instalaciones y equipos infrautilizados. En segundo lugar, debe tenerse en cuenta las ganaderías que transforman productos lácteos en la zona, puesto que la comercialización de productos tiene un fuerte componente local, pudiendo haber un exceso de oferta. Por último, la transformación puede no ser la estrategia adecuada para algunas ganaderías por no contar con los recursos suficientes para llevarla a cabo (económicos, instalaciones o medios humanos).
PREGUNTA.- ¿Tienen rentabilidad la mayoría de las explotaciones con las circunstancias actuales? ¿Qué características tienen las que consiguen unos mejores resultados?
RESPUESTA.- Fundamento la siguiente respuesta, basándome en explotaciones con producciones medias-altas, que alimentan con carro mezclador. Teniendo en cuenta la estructura de costes e ingresos comentada anteriormente, en circunstancias actuales de mercado (precios de leche 30-35 céntimos el litro y precios del concentrado de 30 céntimos el kg), y considerando una eficiencia media en el uso del concentrado de 400 gramos por kg de leche, estaríamos hablando de unos ingresos medios estimados por litro de leche de 39 céntimos y unos costes de 34 céntimos el litro. Por lo tanto, podemos decir que las explotaciones consideradas tendrían una baja rentabilidad, de tan sólo 5 céntimos por litro de leche vendido; en el caso de considerar los ingresos por la venta de leche, esta se volvería negativa. Existe una enorme variabilidad en los resultados económicos (Renta agraria y Beneficio) por explotación. Pero en general aquellas explotaciones que presentan un mejor resultado tienen unos menores costes (alimentación, sanidad, reproducción e higiene, amortizaciones…)
PREGUNTA.- ¿Resultan las ayudas fundamentales para sostener la rentabilidad de las granjas? ¿Tiene futuro el sector productor sin esas subvenciones?
RESPUESTA.- Como ha quedado de manifiesto, las ayudas, los ingresos del ganado y los restantes, resultan fundamentales para sostener la rentabilidad de las granjas. En caso contrario, la viabilidad económica de las explotaciones se vería seriamente comprometida, especialmente en situaciones desfavorables de los mercados. En caso de desaparecer en un futuro próximo las subvenciones, es de esperar que se acentúe la pérdida de explotaciones agrarias como consecuencia de su inviabilidad económica. Estas deberán prestar mayor atención al control de costes mediante el uso de herramientas como la gestión técnico-económica.
PREGUNTA.- ¿Cuál es el futuro del sector? ¿Qué tipo de explotaciones tienen más posibilidades de ser rentables en el futuro: las macrogranjas o las explotaciones familiares?
RESPUESTA.- En futuro próximo de 5-10 años es de esperar que se siga dando el proceso de ajuste estructural vivido en el pasado, caracterizado por una reducción del número de explotaciones e incremento de la dimensión productiva de las que siguen en activo. La reducción de explotaciones vendrá motivada por cuestiones relativa a su inviabilidad económica, fundamentalmente la baja rentabilidad, pero también de tipo demográfico, pues es patente la elevada edad media de los titulares y la falta de sucesión. El tipo de explotaciones que tiene más posibilidades de ser rentable en el futuro, es una pregunta que no tiene una fácil respuesta. Las macrogranjas tienen la ventaja de economías de escala, lo cual permite tener unos costes fijos unitarios más reducidos. El tamaño también proporciona una serie de ventaja a la hora de comercializar el producto o de comprar insumos corrientes. Por el contrario, tienen la amenaza asociada de una menor sostenibilidad social y ambiental, que puede verse traducida en un menor importe de las ayudas futuras en caso de que se considere el pago por servicios ambientales. Las explotaciones familiares, de menor dimensión que las anteriores, igualmente pueden ser rentables si realizan una buena gestión de los costes, aplicando algunas de las diferentes vías anteriormente explicadas. Estas explotaciones ejercen una mayor contribución al dinamismo socioeconómico de la zona, debido a su carácter familiar y a la mayor interacción que ejercen con el territorio en la compraventa de productos. Además, existe la oportunidad de que en un futuro próximo en el que las ayudas de la PAC se vean vinculadas al pago por servicios ecosistémicos, estas explotaciones se vean beneficiadas.